La transición del biberón al vaso es un paso importante en el desarrollo del niño y, a menudo, una de las dudas más comunes de las familias. Aunque cada pequeño tiene su propio ritmo, existe un momento en el que los especialistas recomiendan comenzar a ofrecer alternativas que favorezcan la autonomía, fortalezcan la musculatura oral y reduzcan riesgos asociados al uso prolongado del biberón.

Este proceso no tiene por qué ser complicado. Con los utensilios adecuados, paciencia y una orientación clara, la transición puede convertirse en un avance natural y positivo para el niño.


¿Cuándo empezar la transición del biberón al vaso?

Los pediatras y logopedas suelen recomendar iniciar el cambio entre los 6 y 12 meses, coincidiendo con:

  • La introducción de la alimentación complementaria

  • El desarrollo de la motricidad fina

  • La capacidad de sujetar objetos con ambas manos

A partir del año, el uso prolongado del biberón puede causar:

  • Riesgo de caries por succión prolongada

  • Alteraciones en la mordida

  • Posible rechazo a comer alimentos sólidos

  • Dependencia emocional del biberón

Por eso, la transición progresiva suele ser clave.


Tipos de vasos recomendados para la transición

1. Vaso de aprendizaje o vasito abierto

Es el más recomendado por especialistas en logopedia y desarrollo orofacial.
Favorece la postura correcta de lengua y labios.

2. Vaso con pajita

Ayuda a fortalecer músculos orales y fomenta autonomía.
Ideal a partir de los 9 meses.

3. Vaso antiderrame (antigoteo)

Cómodo para llevar fuera de casa.
Es útil, pero se recomienda alternarlo con vasos abiertos para un desarrollo completo.

4. Vaso 360º

Permite beber desde cualquier borde.
Una opción intermedia entre vaso abierto y antigoteo.


Beneficios de dejar el biberón a tiempo

  • Favorece el desarrollo del habla.

  • Reduce problemas dentales.

  • Promueve la independencia en las comidas.

  • Disminuye el riesgo de caries.

  • Ayuda a regular mejor la alimentación.


Cómo hacer la transición sin estrés

1. Introducir el vaso poco a poco

Comienza ofreciendo agua en el vaso durante las comidas.

2. Convertirlo en un acto positivo

Deja que el niño explore el vaso, lo toque y juegue con él.

3. Evitar sustituir todos los biberones de golpe

Empieza por uno: normalmente el del almuerzo o la merienda.

4. Dar ejemplo

Los niños aprenden imitando: beber frente a ellos en vaso funciona muy bien.

5. Elegir vasos adecuados a su edad

Materiales ligeros, agarre fácil y sin piezas difíciles de lavar.


Errores comunes durante la transición

  • Forzar el cambio demasiado rápido.

  • Ofrecer solo vasos antigoteo.

  • Permitir que el niño se duerma con el biberón.

  • Cambiar en momentos de estrés o cambios importantes (guardería, mudanza, nacimiento de un hermano).


Señales de que el niño está preparado

  • Se interesa por imitar a los adultos.

  • Puede sentarse sin apoyo.

  • Lleva objetos a la boca con coordinación.

  • Sujeta vasos o tazas con ambas manos.


Productos que facilitan esta etapa

  • Pajita flexible para fortalecer musculatura
  • Entrenamiento para primeras tomas

  • Vasos abiertos de silicona

  • Modelos antiderrame para salidas

Todos diseñados para acompañar la autonomía del bebé con seguridad y materiales aptos para uso alimentario.


Conclusión

La transición del biberón al vaso es un proceso natural que, con paciencia y herramientas adecuadas, se convierte en un hito positivo en el desarrollo del niño.
Observar, acompañar y respetar el ritmo individual es clave para que el peque gane autonomía sin frustración.

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